Crecimiento y desarrollo, Pubertad y Adolescencia

Crecimiento y desarrollo, Pubertad y Adolescencia

Cambios físicos

La adolescencia es una etapa en la que los jóvenes sufren cambios a nivel físico, psicológico y social. Éstos permiten que el adolescente madure y se convierta en adulto. Hoy te contamos cómo es el crecimiento y desarrollo del niño.
cambios adolescente
La pubertad es un paso totalmente necesario para que el individuo adquiera su función reproductora en plenas facultades. Aunque se suele dar de diferente forma, tanto en edad como en ritmo, en función de cada niño. En muchos casos está mediado por la genética, la alimentación, raza, lugar geográfico o los estímulos psíquicos y sociales. 
Es habitual que la pubertad comience entre los 8 y los 17 años, según el caso. En las niñas la edad de inicio es a los 11 años y en los niños, a los 12. Aunque en los últimos años, gracias a las mejoras en la calidad de vida, salud y nutrición, estamos asistiendo a un adelanto de la edad de la adolescencia y por ejemplo, en el caso de las niñas, cada vez es más habitual que tengan su primera menstruación en una edad bastante temprana.
Los cambios físicos fundamentales y normales de la adolescencia son los siguientes, aunque si se aprecian cambios diferentes o más graves para la salud, es recomendable acudir al especialista del seguro de salud  para que valore los posibles síntomas:
  • Aceleración y desaceleración al final de esta etapa del crecimiento óseo y de los órganos internos.
  • Cambios en la composición corporal.
  • Maduración sexual del aparato reproductor y de los caracteres sexuales secundarios.
     
Pubertad y adolescencia. Cambios físicos
Aumento de talla
Si tienes un hijo entre 14 y 15 años o una hija entre 12 y 13 años, notarás rápidamente cómo aumentan progresivamente de talla. Éste es uno de los cambios más habituales durante la pubertad, que suele durar entre 24 y 36 meses y donde las niñas crecen de 20 a 23 cm y los niños, de 24 a 27 cm.
Este crecimiento excesivo no se produce de una forma proporcionada, sino que primero crecen las extremidades inferiores y después el tronco, los brazos y la cabeza. Esta descompensación inicial puede producir una sensación de desproporción e inseguridad en el adolescente, llegando incluso a provocarle movimientos torpes.
Cuando se cierran las epífisis de los huesos por la acción hormonal, se marca el final del crecimiento dando lugar a la talla definitiva. Este remate suele ocurrir en las chicas a los 16 – 17 años y en los chicos a los 21.
El cuerpo cambia
A nivel corporal los cambios fundamentales son:
  • Aumento del peso por aumento de la masa muscular y de la densidad de los huesos.
  • Redistribución de la grasa corporal.
  • Crecimiento de los órganos internos: cerebro, hígado, riñón o corazón

Desarrollo cognitivo

El niño durante todo su proceso de crecimiento se desarrolla buscando su propia identidad, estableciendo vínculos emocionales, expresando sus sentimientos y estableciendo relaciones emocionales de todo tipo. Además de estos cambios, también experimenta un desarrollo cognitivo. 
La capacidad intelectual de los pequeños va madurando con el paso del tiempo, van aprendiendo cómo es el mundo y poco a poco, se van construyendo una imagen de sí mismos. Como bien sabemos, el tránsito de la infancia a la adolescencia no es fácil y es aquí donde se producen muchos de los cambios más importantes que marcarán la personalidad del joven.

Este periodo es cada vez más complejo debido a las incesantes exigencias que marca la sociedad: más habilidades sociales, más destreza física e intelectual y una mayor adaptación a los cambios que hay que afrontar individualmente. Si durante toda la infancia, la educación que le han proporcionado familia y escuela no ha ido encaminada a fomentar estas habilidades, el adolescente puede tener problemas de adaptación considerables. 
 

Salud Niño. Crecimiento y desarrollo. Pubertad y adolescencia. Desarrollo cognitivo
La personalidad y las emociones
La personalidad del adolescente está marcada por:
  • Sus sentimientos son contradictorios.
  • Mantiene conflictos de dependencia-independencia.
  • Tiene necesidad de pertenecer a un grupo, pero por otro lado también demanda aislamiento y soledad para encontrar su propia identidad.
  • Búsqueda de su identidad sexual, moral y religiosa.
  • Búsqueda de su autonomía y de su propio yo.
En cuanto a las vivencias emocionales podemos destacar:
  • Dificultad para expresar sentimientos.
  • Presentan con frecuencia altibajos emocionales.
  • Necesidad de autoestima, reconocimiento y aceptación.
  • Inseguridad
  • Facilidad para que afloren sentimientos de soledad, vergüenza y culpabilidad.
  • Buscan relaciones de pareja.
     
Desarrollo cognitivo
Cuando el joven ha completado su desarrollo cognitivo se presentan las siguientes características:
  • El adolescente es capaz de elaborar un pensamiento abstracto y mantener una actitud crítica y reflexiva ante el mundo y las experiencias vividas. El pensamiento simbólico no es su fuerte y utiliza, como en etapas anteriores, la intuición o los pensamientos mágicos como cuando era niño.
  • Tiene una imaginación desbordante y tiende a la ensoñación. Sus pensamientos se centran en todo aquello que desea y no tiene.
  • La capacidad memorística está ligada a sus emociones, recuerda y aprende lo que le interesa y motiva.
  • Puede comprender conceptos muy abstractos artísticos, metafísicos o filosóficos.
  • La resolución de problemas cada vez está más desarrollada, utiliza la experiencia previa para buscar soluciones. Aunque a nivel escolar esta habilidad la utiliza a la perfección, a nivel emocional no es siempre capaz de resolver sus propios conflictos.
     
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Diferentes fases de la adolescencia
Cuando comienza la pubertad, entre los 11 y 13 años, el joven es aún más niño que adolescente, suele estar muy confundido y ávido de nuevas experiencias. Los primeros impulsos sexuales comienzan a llegar a su cuerpo y ya se va acercando a grupos de amigos con los que se siente identificado, aunque de momento esas pandillas son pequeñas y suelen estar formadas por personas del mismo sexo. Su moralidad se basa en conceptos y principios poco flexibles y rotundos.
Cuando llegan los 14 y 15 años, el joven ya se encuentra inmerso en mitad de la adolescencia con la crisis que ello conlleva. Su intimidad, su aspecto y la sexualidad son tres de los aspectos que más le preocupan. Vive con mucha intensidad el conflicto dependencia-independencia, es decir, es egocéntrico pero al mismo tiempo también necesita del grupo, en el cual cada vez se integra más imitando a los miembros y defendiéndolos, llegando incluso a adoptar las normas del grupo porque las considera más valiosas que las de los adultos. En esta edad suceden los primeros enamoramientos y es cuando se encuentra la identidad sexual de cada uno. Al contrario de la fase anterior, aquí el grupo ya está formado por chicos y chicas. En la esfera moral se van flexibilizando sus opiniones y sus normas morales son cada vez más laxas, incluso claramente permisivas con aquello que le interesa y que le sirve para justificar sus actos y satisfacer sus deseos.
Cuando el joven llega al final de la adolescencia (entre 16 y 17 años), los rasgos de adulto empiezan a aflorar en su cuerpo y en sus pensamientos, ya actúa con más seguridad (aparente o real) y es capaz de tomar decisiones importantes. Su personalidad está prácticamente formada, lo que va a ser de adulto estará estrechamente ligado a lo que ha vivido en esta etapa. A nivel de relaciones sociales es más selectivo y a la vez más extrovertido, necesita menos del grupo y puede involucrarse en relaciones de pareja, aunque éstas son generalmente inestables. En esta época se desliga de las opiniones y reglas morales del grupo forjándose y manifestando las suyas propias. Es en esta última etapa, a un paso de la adulta, donde el adolescente es capaz de asumir la responsabilidad individual de sus actos.

¿Por qué los adolescentes sufren crisis existenciales?
Todos los jóvenes deben atravesar la crisis de la adolescencia con mayor o menor intensidad, que va acompañada de un sentimiento de vacío que intentan llenar con relaciones afectivas, amigos, ideas, diversión, aceptación social y religión.
En esta etapa hay que estar muy atento a los comportamientos de los adolescentes, ya que pueden llenar ese vacío con prácticas poco recomendables como buscar diversión junto con el consumo de drogas o alcohol, consumismo compulsivo, etc.
La crisis vital del adolescente forma parte de su desarrollo cognitivo y podríamos afirmar que es la primera gran crisis vital de la persona, es la crisis de la identidad del yo. Es una etapa muy frágil a nivel mental en la que el adolescente vive una situación de gran riesgo para los trastornos psicológicos (sentimientos de angustia, tristeza, decepción y duda sobre sí mismo).
Es labor de los padres estar muy pendientes de los cambios que sufren sus hijos durante la pubertad, ya que ante el menor indicio de trastorno mental es muy importante acudir a un buen especialista. El  Seguro de Salud MAPFRE además de contar con un amplio cuadro médico, incluye un Servicio de Orientación Psicológica Telefónico, a través del cual un cualificado equipo de psicólogos te orientarán de manera personalizada. 

Relaciones sociales

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La vida familiar
En nuestra sociedad la comunicación del adolescente con su familia suele estar dominada por dos grandes temas: la sexualidad y la lucha por la autonomía. Son los temas más conflictivos en las relaciones familiares durante esta etapa.
La comunicación familiar tiene dos funciones principales, la educación de los niños y el buen funcionamiento del grupo familiar. En la niñez suele ser fácil y fluida pero en la adolescencia es cuando empiezan las dificultades.
Los adolescentes cuestionan las pautas, los valores y las normas de padres y maestros y esto es uno de los conflictos más frecuentes en la comunicación familiar.
La comunicación entre padres e hijos pasa por diferentes fases durante toda la vida del niño y adolescente:
  • 0-1 años: la comunicación intrafamiliar debe ir dirigida a desarrollar la confianza en los otros a través del vínculo y el afecto
  • 1-3 años: la comunicación familiar debe estimular la autonomía y la voluntad
  • 3-6 años: se debe fomentar en el niño la iniciativa y la responsabilidad
  • 6-12: la comunicación familiar debe facilitar el conocimiento de los sentimientos y la autoestima
  • 13-19: se debe apoyar el desarrollo de la identidad del adolescente, aceptar sus diferencias, gustos, opiniones y decisiones
Por lo tanto, la comunicación entre padres y adolescentes no es cosa de un día es el fruto de un trabajo que se ha realizado durante toda la infancia.
La inteligencia emocional nace de una comunicación familiar fluida. Los padres deben ser firmes y aconsejar con tacto o "mano izquierda" al adolescente, ya que las conductas autoritarias y dictatoriales suelen causar el distanciamiento de los hijos. Bien es cierto que los límites deben ser claros porque los adolescentes también los necesitan para saberse queridos por sus padres. Hay que encontrar el equilibrio entre lo negociable y lo que no lo es dentro de la dinámica familiar.
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Los amigos
La amistad es un tema que le interesa mucho al adolescente, de hecho el cambio socioafectivo más importante del paso de la niñez a la adolescencia radica en dejar atrás la dependencia emocional de la familia para trasladarla a los amigos.
Para un adolescente la amistad es el soporte fundamental para sus ideas y sus actos, supone el pilar de su vida y lo antepone a la familia. En los primeros años suelen establecer relaciones de amistad con individuos de su propio sexo. Más tarde se juntan en pandillas de chicos y chicas. La formación de pandillas es un fenómeno natural y bueno para su desarrollo. Se siente identificado y vinculado con un grupo, la pandilla asume la función socializadora que había desempeñado la familia. Es el escenario ideal para cultivar las relaciones interpersonales y desarrollar la autonomía (tomar decisiones fuera de la familia), la definición de la identidad, da seguridad en el proceso de separación de la familia, constituye una fuente de aprendizaje en las relaciones sociales y sexuales y establece referentes, objetivos y valores.
La última fase de la adolescencia, cuando ya se ha formado la personalidad del adulto se empieza a buscar la relación de pareja dejando atrás la pandilla.

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