Crecimiento y desarrollo del niño de 18 a 24 meses

Crecimiento y desarrollo del niño


Desarrollo Físico:

El crecimiento se desacelera bastante aunque es continuo y sigue un ritmo estable que valora el Pediatra mediante las curvas de crecimiento.
La ganancia de talla y peso mensual oscila alrededor de los 200 gr de peso y un centímetro de longitud al mes.
Como el niño se mueve más el gasto calórico es más importante.
El cuerpo empieza a semejarse más al de un niño dejando atrás las formas de bebé. Las piernas están fuertes y estiradas al caminar y la cabeza ya no es tan grande en comparación con el cuerpo.

Desarrollo neurológico

Motricidad
Baja y sube escaleras solo pero todavía apoya los dos pies en cada escalón. Es capaz de coger un objeto del suelo sin caerse en el intento y puede chutar una pelota y correr.
Manipulación
Puede realizar un torre de cuatro cubos y se puede quitar o poner alguna pieza de ropa sencilla: pantalón, chaqueta, calcetines…
Puede abrir la puerta utilizando el picaporte y lavarse y secarse las manos solo.
Utiliza la cuchara y el tenedor para comer solo.
Tiene capacidad de anticipación y su pensamiento es más abstracto y desarrollado, de manera que le permiten anticiparse al movimiento de los objetos.
Social
El niño es capaz de obedecer dos órdenes sencillas simultáneamente. Reconoce muchos más objetos del día a día y puede señalarlos si los nombras o nombrarlos él si los señalas.
Todavía no juega con otros niños pero realiza lo que se conoce como juego paralelo: mira como juegan otros niños y se pone al lado a jugar solo.
Le da de comer a los muñecos (juego simbólico)
Es la época de las rabietas y los berrinches cuando se siente frustrado.
Se reconoce perfectamente en un espejo.
Lenguaje
Su vocabulario es más amplio, alrededor de unas 20 palabras. Se inicia en la formación de frases muy rudimentarias como "papá pan", consisten en unir dos palabras sin más.
El vocabulario se amplía y es difícil cuantificarlo. Utiliza los pronombres "yo", "mi", "tu"…
Signos de alarma
  • No obedecer una orden sencilla
  • No corre
  • No se interesa por los dibujos de un cuento
  • No hace garabatos
  • No utiliza el "no"
  • No señala ninguna parte del cuerpo ni dibujo si se lo preguntas
  • No sube escalones con ayuda

Desarrollo emocional

Toma conciencia de la separación de los padres y, aunque le encanta explorar el medio que le rodea, le cuesta más separarse de sus progenitores (a diferencia de la fase anterior donde alejarse de ellos sin casi temor era la norma). En torno a este hecho puede ser normal que durante el primer año de guardería el niño apenas llore y, al empezar el segundo curso a los dos años, se deshaga en llanto cuando los padres lo dejen en la clase. También es típico el llanto al dejarlo a dormir ya que esto lo percibe como una separación. En estos casos es muy recomendable que el niño tenga un "consuelo" que puede ser un muñeco blandito que le acompañe durante la noche (simboliza la presencia de los padres y le aporta seguridad)
Las rabietas
En torno a los dos años empiezan las rabietas. Los niños, que todavía no controlan sus emociones, estallan ante cualquier contratiempo que no cumpla sus expectativas.
Las rabietas son estallidos emocionales, una forma natural de comunicarse del niño a esta edad. A través de ellas, el niño expresa lo que quiere y es una herramienta alternativa al lenguaje, que es todavía muy precario a esta edad. Las rabietas también manifiestan las dificultades que el niño tiene para controlar su propia conducta.
Es algo temporal y no hay que reforzarlas sino enseñar al niño nuevos recursos para comunicarse.
Consejos:
  • Mantener la calma. El adulto y el que es capaz de controlar las emociones es el progenitor, no nos podemos poner a su altura ni gritar porque no sirve de nada.
  • Aceptar las rabietas como algo normal y que forma parte de su desarrollo. Decirle que "no" es fundamental para su desarrollo y va a ayudar a hacerse más independiente y a forjar una identidad propia.
  • No prestarle demasiada atención y animarle a que cuando se calme hablarás con él
  • Cuando se calme, felicitarlo, decirle que así de tranquilo y sin gritar puede contarle que le preocupa o qué quiere.
  • Hacer borrón y cuenta nueva, tras una rabieta que ya ha pasado los padres no deben seguir enfadados o castigarle con cosas imposibles como "te voy a tirar todos los juguetes a la basura"
  • Si el motivo de la rabieta es porque se le está negando algo que no toca en ese momento no se debe ceder ante el llanto y los gritos del niño, porque sino fomentaremos esta conducta como herramienta segura que utilizará el niño para conseguir lo que desea.

Desarrollo lingüístico

El progreso en el lenguaje en esta etapa es espectacular, aprende rápidamente y se interesa por el nombre de objetos que no conoce.
Es importante, como en todas las etapas, hablarle con claridad, diciendo las cosas por su nombre y no imitando la lengua de trapo del niño.
Utiliza una jerga propia (habla mucho pero no se le entiende todo). Ya utiliza el "No" cuando no quiere alguna cosa que se le propone. Es capaz de señalar alguna parte de su cuerpo y algún dibujo que se le pregunta en una lámina. Su vocabulario es más amplio de más de 15-20 palabras a los 18 meses; a los dos años es vocabulario ya no puede ser cuantificado porque es más amplio (100 palabras o más). Muchas veces emplea palabras-frase.
Al final de esta etapa puede realizar alguna frase o protofrase: junta dos palabras, por ejemplo: "mamá agua".
Empieza a utilizar los pronombres "yo", "tu","mío"…
La capacidad de comprensión es muy alta y prueba de ello es que puede ejecutar dos órdenes sencillas que se le digan en una misma frase (ej: "quítate las botas y cierra la puerta").
Expresa verbalmente sus necesidades: hambre, sed o sueño.

El juego

La habilidad que tiene el niño en la manipulación alrededor de los dos años le permite disfrutar de los juegos en los que es necesaria la destreza. Esto tipos de juegos son los de construcción y encajes.
El crecimiento y maduración del cuerpo y la musculatura le permiten empezar a disfrutar de triciclos, carros y juguetes que se arrastren.
Ha empezado a dibujar y se debe incentivar al niño para que garabatee a su antojo y deje volar su imaginación y creatividad. Es interesante aprovechar estos ratos para señalar los diferentes colores que emplea el niño.
El juego de imitar a los adultos le encanta. Los sigue a todas partes y los imita. Jugar con cocinitas, hablar por teléfono o conducir pueden ser juegos sencillos y tradicionales pero muy enriquecedores a todos los niveles para el niño.
En esta edad debe salir al parque para jugar al aire libre y tener contacto con otros niños aunque no juegue con ellos todavía. A esta edad los niños no comparten los juguetes.
Debemos aprovechar el juego para explicar las características de los objetos: grande o pequeño, color, contarlos, cuál es su función…
Contar cuentos y cantar canciones sigue siendo un foco de interés en el niño. En este momento empiezan a fascinarle los disfraces y ponerse la ropa de los mayores.
Le puede gustar también jugar al escondite.


Juguetes más adecuados
Juegos de construcción, carritos, coches, triciclos, muñecos, cocinitas, teléfono, cuentos, rompecabezas, disfraces, piezas de encajar, juguetes para el baño, el parque y la piscina, pelotas, columpios, toboganes, instrumentos sencillos, cubo, pala y rastrillo para la arena.


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