Crecimiento y desarrollo del niño
Desarrollo físico
Es la etapa escolar. El niño mantiene su
crecimiento lineal y, al final de esta etapa entra en la pubertad.
La ganancia de peso ronda los 3 kg al año y crece unos 6
cm anuales.
La constitución corporal cambia, la masa muscular
aumenta, los huesos se hacen más fuertes y el niño es
capaz de realizar actividades físicas que requieran más
fuerza y destreza.
Es un buen momento para empezar a practicar un deporte.
Desarrollo neurológico
Motricidad
Es capaz de saltar un obstáculo con los dos pies, puede
caminar hacia atrás paso a paso con un pie tocando al otro.
Sube y baja escaleras solo sin dificultad ni apoyo.
Manipulación
Dibuja la figura humana en seis partes: cabeza, tronco,
dos brazos, dos piernas. Tiene un grafismo
triangular.
Social
El niño puede empezar a jugar a juegos de mesa en equipo
como el parchís o las cartas.
Lenguaje y conocimientos
Sabe el material de que están hechos muchos objetos.
Puede definir al menos seis palabras sencillas.
Relaciona los objetos por el contexto: "¿Dónde viven los
peces?" "¿Qué necesitan las plantas para crecer?"
El pensamiento mágico de la etapa anterior es sustituido
por el pensamiento lógico y basado en la evidencia. Se
empieza a forjar el pensamiento crítico y el niño es
capaz de contrastar diferentes opiniones antes de emitir
un juicio.
La lectoescritura se realiza con fluidez y es capaz de
realizar operaciones matemáticas complejas.
De los 6 a los 8 años, su pensamiento le permite hablar
de lo que no está presente, integrar toda la información
que conoce y entender que existen opiniones diferentes a
la suya. Le interesa mucho el mundo que le rodea y antes
de dar una respuesta se esfuerza por reflexionar y
comprender. Cada vez es más consciente de su propia
identidad, de quién es y cómo es él.
De los 8 a los 12 años la atención y la memoria mejoran
mucho y puede concentrarse durante más tiempo. Aumentan
el número de preguntas sobre un tema.
Desarrollo emocional
En la etapa escolar prosigue el
proceso de la socialización que se había iniciado a los
tres años. Juegan en grupos y normalmente, suele ser
grupos del mismo sexo: niños con niños y niñas con niñas.
Es fundamental que el niño se sienta
integrado en el grupo. El rechazo por parte de los otros
niños puede generar problemas de autoestima en el niño.
En casa se debe seguir la línea de una
educación positiva con límites y mucho afecto. Deben ser
reconocidos y felicitados sus logros para alimentar la
autoestima del niño y fomentar la expresión de los
sentimientos en la comunicación familiar.
Los fracasos forman parte de la vida del
niño tanto escolar como personal. Se deben afrontar con
positividad y espíritu de superación y nunca
banalizarlos. Es importante trabajar con el niño la
tolerancia a la frustración.
Es un periodo clave en la formación de
la personalidad, en ella influyen la familia y
el resto de las relaciones sociales.
De los 6 a los 8 años la familia sigue siendo muy
importante para él y ahora también lo empiezan a ser los
amigos y profesores. Se forman los primeros grupos de
amigos y son frecuentes los juegos en equipo.
Son relaciones frágiles que se pueden romper por
cualquier pequeño contratiempo. El concepto de amigo es
aquel que le complace.
En esta edad se conocen las normas e intenta seguirlas,
aunque puede empezar a hacer trampas para salirse con la
suya, pero es consciente de que lo está haciendo mal y
suele sentirse mal por ello. En estos primeros dos años
de esta etapa empieza a forjarse el sentimiento de
justicia y recurre a frases como "esto no es justo" para
que se le trate como a los demás.
Es el momento de darle pequeñas responsabilidades en las
tareas domésticas o recados sencillos (poner la mesa,
recoger la ropa sucia…) y debe ordenar sus juguetes.
De los 8 a los 10 años sus emociones son más equilibradas
(aunque se puede enfadar con frecuencia), se forma una
imagen de sí mismo y puede empezar a compararse con los
demás. Necesita el refuerzo de los adultos y su
aprobación para fomentar su autoestima.
La familia y la escuela son referentes importantes y en
los juegos colectivos es capaz de poner las normas y
saber que si no las cumple no le admitirán en el grupo.
Empieza a entender la amistad como algo bidireccional,
es decir, que ambas partes deben implicarse para agradar
al otro.
Empieza a distinguir lo que está bien y lo que está mal y
es capaz de reflexionar sobre ello. A nivel moral
comprende conceptos abstractos como mentira-verdad y los
aplica a la vida cotidiana.
En los 10-12 años entiende la amistad como algo recíproco
de personas que comparten gustos e intereses; valora la
fidelidad. Hay una comprensión total de las normas y las
ve como necesarias para una buena convivencia.
Ya tiene la suficiente capacidad de cuidar de sí mismo
(higiene), de una mascota o hacer recados más complejos
que antes.
Desarrollo lingüístico
La capacidad del niño se asemeja cada vez más a la del
adulto. Se incrementa de manera notable la
comprensión verbal y escrita. Es capaz de leer y
escribir un relato y entender el hilo argumental. La
lectura debe ser fluida, ya que es esencial para
asimilar el resto de conocimientos académicos.
Le gusta preguntar porque le gusta aprender cosas nuevas,
sobretodo cómo funcionan las cosas y las relaciones causa-efecto.
Los problemas en el área del lenguaje o en la
capacidad de atención pueden afectar significativamente
al aprendizaje.
El juego
Los juegos son complejos y muy variados. Los
juegos en grupo y competitivos le gustan mucho al niño
en esta etapa, tanto los juegos de mesa (parchís, cartas,
monopoli…) como los que requieran esfuerzo físico (jugar
a algún deporte, piscina, pelota…)
Es importante el juego en grupo, hay unas normas que hay
que cumplir y se establecen relaciones sociales que
integran al niño en el grupo. También se trabajan
valores como la colaboración, el respeto o el trabajo en equipo.
Es muy típico a esta edad las colecciones de cromos, leer
tebeos o relatos. Hay que fomentar la capacidad
artística y la creatividad animando al niño a escribir,
pintar o tocar un instrumento musical.
Son muy beneficiosas las actividades al aire libre y los
juegos que requieran trabajar la concentración como los
juegos de construcciones complejos y los puzles o juegos
de ingenio.
Es imposible que se prohíba del todo la televisión y los
videojuegos o consolas pero el uso debe ser limitado.
Se ha de pactar con el niño un horario para los juegos
con pantallas ya que fomentan el sedentarismo, atrofian
la creatividad y no ayudan a la integración social del niño.
Es conveniente que los niños realicen actividades al
aire libre: excursiones, bicicleta, patines.
Para conseguir la estimulación del niño y su
desarrollo mental, el juego es muy importante. Si
aun así, notas alguna anomalía en su comportamiento,
no dudes en acudir al pediatra de tu Seguro de Salud
MAPFRE o bien hacer uso del servicio de
orientación médica 24 horas. ¡Infórmate de la póliza
que mejor se ajusta a ti y a tu familia!
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